domingo, febrero 26, 2006

Aflicción


Hace tiempo que deseaba escribir sobre lo que me inspiraba este sentimiento (que en el lenguaje de las flores se corresponde con un sauce llorón, como el de la izquierda), por lo que quiero dedicar estas líneas a todas aquellas parejas de amigos que han roto en el último año -o, en su defecto, a aquellos amigos/as que han cortado con su pareja. Disculpadme en el caso de que mi escasa cultura poética me haya impulsado a elegir unos versos poco apropiados.

RAZÓN DE AMOR
Versos 343 a 370

¿Fue como beso o llanto?
¿Nos hallamos
con las manos, buscándonos
a tientas, con los gritos,
clamando; con las bocas
que el vacío besaban?
¿Fue un choque de materia
y materia, combate
de pecho contra pecho,
que a fuerza de contactos
se convirtió en victoria
gozosa de los dos,
en prodigioso pacto
de tu ser con mi ser
enteros?
¿O tan sencillo fue,
tan sin esfuerzo, como
una luz que se encuentra
con otra luz, y queda
iluminado el mundo,
sin que nada se toque?
Ninguno lo sabemos.
Ni el dónde. Aquí, en las manos,
como las cicatrices,
allí, dentro del alma,
como un alma del alma,
pervive el prodigioso
saber que nos hallamos,
y que su dónde está
para siempre cerrado.
Ha sido tan hermoso
que no sufre memoria,
como sufren las fechas,
los nombres o las líneas.
Nada en ese milagro
podría ser recuerdo:
porque el recuerdo es
la pena de sí mismo,
el dolor del tamaño,
del tiempo, y todo fue
eternidad: relámpago.
Si quieres recordarlo
no sirve el recordar.
Sólo vale vivir
de cara hacia ese dónde,
queriéndolo, buscándolo.



Pedro Salinas

El precio político

Ayer tuvo lugar la manifestación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo en Madrid, a la que se sumó la cúpula dirigente del Partido Popular. Este hecho no tendría importancia en el sentido de que representa el ejercicio normal de la libertad de expresión por una parte de la ciudadanía. Sin embargo, personalmente, me preocupa el nivel de crispación al que se está llegando en este país por parte de la actual clase política, y sobre todo entre las dos fuerzas principales (PSOE y PP). La manifestación pudo ser legítima, pero en mi humilde entender fue instrumentalizada políticamente contra el Gobierno, al que se le acusaba de ceder ante el terrorismo y contra el propio presidente del Ejecutivo. No es que vaya a defender ni a uno ni a otro (cada cual puede adscribirse a una ideología y partido político determinados y tomar postura en consecuencia y en coherencia con su conciencia y su código particular de valores) ni criticar a las víctimas, que bastante tienen con el recuerdo de sus seres queridos arrebatados por una violencia absurda. Pero quiero romper una lanza en favor del proceso de paz. En Irlanda del Norte, ambas partes tuvieron que sentarse a negociar dicho proceso, lo cual tiene su mérito habida cuenta de la gran cantidad de víctimas a lo largo de varias décadas. Me consta que si eso se hace en España, el partido político que lo proponga lo pagará caro, lloviéndole descalificaciones, críticas hacia su supuesto "entreguismo".
No obstante, señores, sostengo que no sólo se acaba con ETA mediante medidas policiales (lo cual no quiere decir que prescindamos de ellas), ni ilegalizando sus plataformas políticas (dada la base social asentada que tiene, susceptible de orientar su voto a otros partidos), sino también sentándose a negociar. Sí, sé que es duro, sé que puede ofender a ciertas víctimas. Pero, a mi modo de ver, sólo se puede privar de argumentos al uso de las armas desde la vía del diálogo. Un reverendo que participó en las negociaciones del proceso norirlandés afirmó que si se logra sentar en una misma mesa a los moderados de una parte y otra, que son capaces de reconocer una pequeña parte de validez de los argumentos del contrario o empatizar (ponerse en su lugar), se puede avanzar decisivamente en el camino a la paz. En esta línea, el actual gobierno ha sido objeto de ataques, acusándosele de negociar a espaldas de las víctimas. Creo que huelga recordar que en los anteriores ejecutivos se llegó una vez a calificar a ETA como "Movimiento de Liberación Vasco", que se produjo un acercamiento de presos a las cárceles del País Vasco y que otros fueron excarcelados merced a la aplicación del Código Penal de 1973 (ese mismo que rigió en los juicios a otros activistas, que podrán salir de prisión, con las consiguientes críticas de un sector de la oposición al Gobierno por no hacer nada al respecto, sabiendo que en Derecho las leyes no son retroactivas y si uno es juzgado por una legislación determinada, debe respetarse).